Dentro de unos días, se celebraría en Barcelona el Mobile World Congress, la feria de telefonía y tecnología anual más esperada del año. Es considerado el más importante en su sector, puesto que pretende fomentar la colaboración internacional. Este evento anual ofrece una oportunidad única para los expertos, dado que allí se realizan un gran número de presentaciones de avances en comunicación inalámbrica y móvil.
El problema es que este año el Mobile World Congress se ha cancelado debido a la inquietud que muchas marcas han manifestado con respecto al coronavirus, preocupación que surge a nivel mundial. Por desgracia, la noticia no ha pillado desprevenido a nadie, pues lleva varios días sobrevolando la idea, por todas las empresas que a cuentagotas han ido cayendo: Amazon, Intel, Vivo o LG. Esto supone un gran problema, tanto para las empresas como para los trabajadores que esperaban dar a conocer sus nuevos productos.
Como dijimos, la causa de esta cancelación es la alarma mundial que ha supuesto el coronavirus en las últimas semanas. Desde que a principios de enero se comenzará a hablar del virus hasta el día de hoy, la situación ha ido empeorando, o al menos la alarma se ha extendido, lo que ha provocado miedo en la población.
Adiós al Mobile World Congress
Quizás la estocada definitiva para que los organizadores de este evento decidieron cancelarlo es que la multinacional francesa Orange (con presencia también en España) ha cancelado hace muy pocos días, su presencia en el salón, lo que ha implicado un gran varapalo.
Esta inestabilidad que se ha vivido en las últimas semanas fue la que provocó la cancelación del Mobile One Congress este 2020. Para muchos es una locura llegar a este punto por un virus que está siendo tratado y cuyos casos fuera de Asia son aún pocos. Por otro lado, hay quienes opinan que de este modo se evita el contagio que podría generarse al estar muchas personas concentradas en un mismo espacio.
Aunque se ha intentado calmar al personal con diferentes medidas de seguridad como prohibir dar la mano, tomar la temperatura o repartir dispensadores de desinfectante por cada rincón, esto no ha sido suficiente como para continuar con la organización del evento.
Aún faltaba por saber qué iba a ocurrir con el resto de las empresas de calado que mantenían su participación, como Samsung o Huawei, dado que se esperaba con gran ilusión los nuevos productos que estas marcas iban a presentar a finales de febrero en la Ciudad Condal. Otras como Nokia o Sony han optado por trasladar sus presentaciones a la vertiente online, lanzando sus novedades a través de sus canales de YouTube.
Corren tiempos complejos: las alarmas sanitarias obligan a crear protocolos que mantengan a la población a salvo. Y aunque muchos lo consideran un acto alarmista, dado que piensan que no es tan peligroso como podría suponer, de hecho viajeros y turistas siguen llegando a Barcelona a diario, lo cierto es que ante la estampida de marcas, poco sentido tenía para seguir llevando adelante una organización que poco a poco iba quedándose cada vez más sola.
Ahora solo queda que el MWC gestione cómo será el cierre y las indemnizaciones a las empresas que sí iban a acudir al evento. Y es que tanto la ausencia de marcas como las autoridades de Barcelona habrían presionado para que se declarase la alerta sanitaria y se evitaran este tipo de congresos donde miles de personas se dan al encuentro desde diferentes partes del mundo.
Este es un hecho triste por diferentes razones. En primer lugar, por el miedo que existe a que se expanda el coronavirus de una manera descontrolada; y también por el dinero que perderán no solo las grandes marcas, sino también los pequeños trabajadores que habían conseguido un empleo gracias a este evento anual.
Es una situación difícil, desde Informático Granada, animamos a todos a que el año que viene el evento pueda realizarse de una manera aún más espectacular y que todo salga correctamente como en los años anteriores.