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Los niños y la tecnología: consejos para padres

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El mundo de la tecnología ha llegado para hacer la vida mucho más sencilla, a la vez que mucho más dictatorial. Los smartphone, las tabletas, los portátiles, las consolas o los relojes inteligentes pasaron de ser objetos de uso ocasional a convertirse en aparatos de uso diario por todos los miembros de la familia. El problema llega cuando ese miembro es un niño y la tecnología domina su vida. Ellos desde la última década están creciendo rodeados de estos aparatos. En el colegio, en casa, en el parque, en una sala de espera, no importa donde estén se han convertido en el salvavidas de todos los padres, allá donde vayan llevan uno para que el niño no se aburra ni moleste, haciendo que los niños y la tecnología sean uno.

El problema es que la tecnología trae consigo riesgos y muchos padres no lo quieren ver. Desde InformaticoGranada sabemos que regular la relación entre máquina y niño es actualmente una de las cuestiones más complejas, por eso queremos ayudaros con unos consejos.

Los niños son ya nativos digitales, mientras que para muchos padres lo más tecnológico que vieron en su infancia fue un video VHS. Pero eso no es excusa para dejarles que sean ellos quienes marquen las normas y los tiempos de uso, pues las tecnologías mal usadas pueden ser peligrosas.

Consejos para padres sobre los niños y la tecnología

A continuación vamos a expresar una serie de consejos que son muy sencillos de realizar para convertir el mundo de los más pequeños en un lugar más seguro, para que tengan un desarrollo más sano.

Uso del Smartphone en niños

¿Es bueno que los niños aprendan a usar un teléfono inteligente o un teléfono móvil? La respuesta es sí, es necesario que sacien su curiosidad y que aprendan cómo funciona; pero qué sentido tiene que un niño tenga un teléfono cuando se encuentra junto a sus padres.

Si el menor pasa tiempo lejos de sus padres durante el día, con tener un teléfono con los requisitos básicos será suficiente.

Edades de uso de los niños y la tecnología

Según estudios recientes, se comienza a barajar cuando es bueno que los niños comiencen a interactuar con la tecnología: la televisión debe ser a partir de los tres años, un ordenador o Tablet a partir de los 6, y un móvil (Smartphone) partir de los 12 -si es para llamar- y de los 15 si es para mandar mensajes.

Incluso en estas edades ya adolescentes los teléfonos deben llevar sistemas operativos que controlen donde han estado navegando, con quién han estado hablando y dónde se encuentran. Si los padres no son capaces de ejecutar estas aplicaciones en los teléfonos de sus hijos pueden contactar con InformaticoGranada, allí los especialistas le darán toda la información que necesitan saber.

Priorizar

Los niños tienen muchas tareas que hacer a lo largo del día antes de jugar con una tablet. Primero deben socializar, dibujar, leer o estudiar, lo último siempre debe ser la tecnología, de esta forma crearán habilidades sociales mucho más sanas.

Las redes sociales y los menores

Es necesario que se fomente un uso prudente y cuidadoso. Así entre los padres y los niños aprenderán cuidar el mundo privado digital, enseñándole la diferencia entre la vida real y la virtual. Los niños no deben tener perfiles en redes sociales hasta los catorce años y, además, deben ser los padres quienes lo gestionen. La intimidad no existe hasta los dieciocho.

Medidas de seguridad

Cuando comienzan a llegar a la adolescencia quieren tener más autonomía y cierta intimidad, para ello lo mejor es aplicar límites dentro de los dispositivos, medidas de vigilancia y cortafuegos que eviten que naveguen por portales que no son apropiados. Lo mejor es explicarle por qué no deben entrar ahí, pero para añadir más seguridad lo mejor es instalarlos.

En InformaticoGranda nos hacemos cargo de esa situación y añadimos a los dispositivos aquellas medidas cautelares que necesiten los padres.

Regular los tiempos entre los niños y la tecnología

El tiempo para estar frente a un ordenador, a una Tablet, al teléfono o televisión debe no debe ser indefinido. Hay que implantar horario y regular el tiempo incentivando y priorizando el desarrollo de otras actividades. Una hora al día o excluirlo solo a los fines de semana si son pequeños.

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