Seguramente pocos lectores han escuchado hablar del desorden digital, pero éste existe como concepto y como peligro en una era marcada por una verdadera montaña de datos digitales que guardamos como un acumulador compulsivo sin comprender los problemas y riesgos que esto entraña para la seguridad de nuestros datos más personales. Dispositivos con capacidad de almacenaje cada vez más amplios, multiplicidad de programas y aplicaciones y una falta de cuidado por parte de los usuarios son un caldo de cultivo ideal para el desorden digital. Veamos un poco de qué se trata todo esto y cómo podemos evitarlo.
Conozcamos el desorden digital
La era digital crece sin pausa y a pasos agigantados, esto está provocando que smartphones, tablets y ordenadores personales acumulen una enorme cantidad de información, apoyados en un aumento constante de la capacidad de almacenaje de los dispositivos. Esta gran cantidad de información termina creando lo que se conoce como desorden digital.
Imaginemos a todos nuestros dispositivos como una enorme habitación donde todo está desordenado y patas para arriba. Un lugar donde guardamos de manera indiscriminada cosas que ya usamos, junto con cosas nuevas y valiosas. El resultado es que todo aquello que es importante estará perdido en medio de tanto desorden y con riesgo que no podamos encontrarlo.
En esta habitación digital, las aplicaciones se convierten en el mobiliario y si bajamos más aplicaciones de las que nos desprendemos, de repente tendremos tantos muebles en la habitación que no podremos desplazarnos en él. Muebles viejos, muebles rotos, compartiendo espacio con los muebles nuevos y todos ellos guardando cosas. Así es el desorden digital.
Lo esencial es invisible a los ojos
Apoyados en la gran capacidad de almacenaje que poseen los dispositivos que hoy se comercializan, la mayoría de los usuarios guardan correos electrónicos en cantidades industriales, sobre todo aquellos que son totalmente innecesarios. Las fotos de viajes, los vídeos que nos llegan a través Whatsapp y otras aplicaciones.
Pero, lo más importante de todo es la tendencia a acumular datos innecesarios por parte de los usuarios, lo que compromete nuestra seguridad digital. El desorden digital entraña un enorme riesgo. Vaya a saber cuántos virus y todo tipo de malware tenemos entremezclados con tantos datos acumulados.
Datos que estremecen
Decíamos que el desorden digital se nos presenta como una gran habitación totalmente desordenada, llena de papeles, ropa tirada, muebles desordenados y todo aquello que se nos ocurra. Pero, a diferencia del desorden físico, el desorden digital es imposible de observar a simple vista y esto lo hace más peligroso.
Una encuesta llevada a cabo por Kasperky, da cuenta que el 90% de los usuarios acumula fotos y vídeos que nunca borra. El 89% acumula correos electrónicos personales que, posiblemente, nunca vuelva a leer. Un 84% de los encuestados no se toma el trabajo de actualizar su lista de contactos, eliminando todos aquellos que ya no son necesarios. La mayoría de los usuarios almacena las contraseñas de sus dispositivos y mantiene los inicios automáticos de aplicaciones y programas.
Preocupa saber que un 57% acumula información financiera personal y un 54% posee entre sus archivos, los escaneos de pasaportes y de todo tipo de documentación personal. Todo esto constituye un verdadero riesgo para la seguridad de los datos personales.
Nuestra devoción por las aplicaciones
¿Cuántas veces las aplicaciones de seguridad de nuestros dispositivos nos preguntan si queremos eliminar aplicaciones que llevan meses sin uso para optimizar el rendimiento de los mismos? La mayor parte de los usuarios responde que no como si en ello se nos fuera la vida.
Descargamos aplicaciones sin eliminar las que ya no usamos y esto contribuye a aumentar nuestro desorden digital. Sobre todo, en aquellos dispositivos que son portables como los smartphones y tablets, donde acumulamos la mayor parte de nuestro lío digital.
Esto viene acompañado por una actitud despreocupada por mantener las aplicaciones actualizadas. Las actualizaciones son acciones destinadas a aportar parches de seguridad y al no tener el hábito de la actualización permanente asumimos riesgos innecesarios.
¿Cómo enfrentamos el desorden digital?
La compulsión a la acumulación de datos, archivos innecesarios y aplicaciones en nuestros dispositivos deben ser corregidos con un profundo cambio de hábitos. Eliminar el desorden digital de nuestras vidas en internet es una necesidad que permite mantener el correcto funcionamiento de los dispositivos, darles a nuestros datos verdaderamente importantes la seguridad que se merecen y, por sobre todas las cosas, disfrutar del mundo digital.
La nube, los discos externos y los pendrives pueden convertirse en aliados fundamentales en eliminar el desorden digital. Allí podremos guardar sin riesgos todo aquello que consideremos importante y que, tal vez, no tenemos que utilizar asiduamente.
Las aplicaciones no son tesoros que debemos guardar hasta el fin de nuestros días. Es posible adoptar una actitud saludable de dar de baja todas aquellas que no utilizamos y, por supuesto, mantener limpias y actualizadas las que son de uso diario.
Finalmente, puedes recurrir a tu servicio técnico. Ellos sabrán darte el mejor asesoramiento para evitar el desorden digital y que tu vida en internet sea saludable y sin riesgos.
